Partido Encuentro Popular
La Plata, lunes 20 de mayo 2013.
A dos meses de la
inundación.
Analizando a la distancia la trágica jornada
del 2 de abril, podemos tomar dimensión del estrago de la naturaleza que se
traduce en el fenómeno de los cambios climáticos que atraviesa gracias a la mano del hombre que contamina el
planeta. A esto, se le suma una administración municipal inoperante que no hizo
las gestiones que debía realizar. Contaba con la posibilidad de financiar obras
con fondos de la ciudad o provinciales y nacionales e inclusive tomar créditos
del Banco Mundial, pero no lo hizo. a pesar de la gran inundación ocurrida en
el año 2008 que debió alertar sobre el peligro de catástrofe existente. Sin
embargo, las prioridades de la gestión bruerista quedaron claras en el
presupuesto municipal de este año en el que se destinaron 12 millones de pesos a publicidad y
sólo 2 millones de pesos para obras hídricas.
Los platenses continuamos sufriendo un
gobierno municipal que pone todo su énfasis en recaudar con impuestos de toda
índole de los cuales no vemos recursos que vuelvan en obras que mejoren la
calidad de vida de la comunidad.
Lo acontecido con la última
inundación dejó al descubierto el desempeño de un gobierno local y sobretodo de
un intendente que no protege ni responde por sus ciudadanos. Una fuerte lluvia
e inundación se convirtieron en catástrofe social porque los vecinos sólo
contaron con la solidaridad de sus pares, de otros ciudadanos que en actitudes
valientes y heroicas realizaron los salvatajes que debían efectuar las
instituciones creadas para ese fin.
La inundación del 2 de abril se
llevó vidas, bienes y sueños y dejó temor e intranquilidad lo cual nos pone
psicológicamente en un angustioso estado de alerta permanente.
Las consecuencias del COU
En estos días ha vuelto a
hablarse del Código de Ordenamiento Urbano (COU) y sus consecuencias, a tres
años de su sanción. Y es que la normativa sancionada por el Consejo Deliberante
platense en abril del 2010 en oscuras y “urgentes” circunstancias, estableció
la desregulación de la construcción y la eliminación de muchos de los
requisitos para emprendimientos urbanísticos a gran escala. El Estado comunal
ha legislado beneficiando a los sectores de especulación inmobiliaria y en
desmedro del vecino común. Se trata de un código que no responde a una
planificación de ciudad, que no prevé el funcionamiento adecuado de los
servicios, ni el tránsito, ni los desagües pluviales en función de la “fiebre”
edificadora.
Las mentiras
Las mentiras han poblado muchos
comunicados oficiales en estos dos meses. Por empezar la mentira indignante y
patética del twiter del intendente que mostraba a Pablo Bruera repartiendo
bidones de agua a los damnificados por el temporal mientras el mandatario
vacacionaba en Brasil.
Y por otro lado, la mentira del
Gobierno Provincial de que “no había más fallecidos”, la lista se había cerrado
y quien dijera que había más era considerado paranoico. A dos meses podemos decir
que siguen apareciendo victimas que se ocultaron con un mecanismo similar a las
épocas más oscuras de la Patria por los genocidas de la dictadura.
Es
de importancia que la conciencia ciudadana tome cartas en el asunto para que
nunca más la ineficiencia, deshonestidad y búsqueda de lucro irresponsable causen
daño y dolor.
Pablo
Orbaiceta / Referente encuentro popular La Plata.
No hay comentarios:
Publicar un comentario